La
indignación es el resultado de un proyecto. Un proyecto que consiste en
esfuerzo. Un esfuerzo que se renueva todos los días en esperanza.
Esperanza de cambiar. Un cambio que necesita ayuda y pide ¡Auxilio!
Nadie quiere vivir entre muertos, hambre ni corrupción. A nadie le
gusta vivir con limitaciones sociales, económicas o culturales. Nadie
quiere desentenderse del respeto a
cambio de indignación. Nadie necesita armas para tener más seguridad.
Seguridad a cambio de indignación. Indignación a cambio de olvido. Nadie
quiere alzar la voz para ser escuchado.
En Latinoamérica la indignación no sólo es una palabra en el diccionario. Es el resultado de un proyecto que abrirá la brecha para el cambio.
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